sábado, 12 de marzo de 2011

LITERATURA

“EL EJECICIO DE UN PROFESOR DE LITERATURA  ES HACER QUE SUS ESTUDIANTES SE ENAMOREN DE UNA OBRA, DE UNA PAGINA, DE UNA LINEA”.
JORGE LUIS BORGES

EL LECTOR:
CONSTRUCCIÓN, MODALIDADES Y TIPOLOGÍAS

La lectura no es un hecho natural, requiere de un proceso mental, es un producto social que está ligada a la civilización y a la cultura. Por eso  leer es complejo, exige  un gran esfuerzo, y supone en el lector una cuota de conocimiento, una competencia, que le permite entender lo que lee, procesarlo y utilizarlo. Por lo tanto leer es participar: se participa de un juego, de una idea, de un proceso, en fin, leer es un  hecho activo y dinámico, es por ello que lector y texto se construyen mutuamente.
Se consideran tres formas posibles de participación del lector: El lector construye al texto, el texto construye al lector y el escritor construye al lector.
En consecuencia el lector y escritor van juntos. En cierta medida leer es escribir, yo como lector acepto construir un mundo que la lectura me sugiere, es por ello que  el lector en muchas ocasiones  reelabora el texto. Es el lector, en definitiva quien va a darle sentido o no a un texto, quien colabora con su construcción o en su modificación. Pues el escritor sólo elaboró una versión de las múltiples  posibilidades que tenia, abrió el juego, pero es el lector quien elige leer y al hacerlo, selecciona una posibilidad. Y es el lector quien puede multiplicar un mismo texto en infinitas posibilidades: con cada nueva lectura el texto se expande y dice cosas diferentes.
Por un lado, se puede decir que no solo es el lector quien le da sentido a la obra con el acto voluntario de la lectura, sino que hay ciertas obras que moldean al lector para que las entienda. La fuerza del texto es provocativa y quien lee se ve arrastrado a detectar los referentes en las múltiples lecturas que permiten la novela. Se establece así una  ida y vuelta, que puede generar una retroalimentación ascendente.
Por otro lado, el escritor ejerce una influencia en el lector, ya que la escritura posee una connotación social, es un hecho que comunica, al respecto plantea Calvino “no se escribe para un lector determinado, sino que se escribe para los unos y para los otros”. De modo que el escritor le habla a un lector que sabe mas que él mismo, le da una idea a partir de la cual crea un mundo inmenso, lleno de posibilidades.

En la estrecha relación entre escritor-texto-lector existe un aspecto importante que son las estructuras de poder, las cuales  pueden crear formas o moldear ciertas características o conductas sociales. Este concepto de poder, enlazado con el sistema de valores que posee la sociedad, a su producción de conocimiento y la cultura, es quien va a moldear el lenguaje y sus apetencias.
Existes tres tipos elementales de lectura: inicialmente la literal que es superficial e informativa; seguida por la indicial en la cual se da una trama más compleja, aunque el lector no profundiza en ella; y finalmente la lectura crítica a la cual deberíamos llegar todos, la complejidad del texto es evidente, es analizada, reelaborada y asimilada por el lector.
A este factor se anexa que leer es también elegir, buscar referencias, pues hay muchos electores que tiene demasiadas obras pero no la leen, otros que no la conocen, y otros que la conocen pero se niegan a leerla.
En conclusión, es el lector quien elige una vez más, y lo hace consciente que está dentro de  un juego, en donde el escritor  muestra un juego y el lector decide o no participar. Mientras dura el texto dura el sortilegio, la realidad se suspende y el lector se vuelve también actor, personaje de la historia que lee, además que se vuelve escritor pues sus experiencias le permiten ayudarle al texto, opinar, ser juez y parte dinámica del mismo.







No hay comentarios:

Publicar un comentario